El sonido de las abejas

                                                                El sonido de las abejas

Desde la ventana que da a la vereda de mi trabajo, en días de primavera, durante todo el día se puede escuchar el zumbido de cientos de abejas trabajando en la recolección de polen. En más de una ocasión me paré debajo del tilo a escucharlas más de cerca y reflexionar sobre dos situaciones opuestas entre sí:

Cuando Dios llamó a cada uno de sus hijos, la mayoría estaba trabajando, Moisés pastoreaba las ovejas; Pedro preparaba su barco, Elias araba la tierra. Pero en Lucas 10.38 hay una palabra impactante; la historia de Marta y María. 
La biblia relata que Jesús iba caminando y María lo recibe en su casa,que se sentó a sus pies y se dispuso a escucharlo. Pero Marta que estaba trabajando arduamente para dejar mejor el hogar, se enoja y acusa a María, a lo que Jesús responde: Marta, Marta, afanada y turbada estás con muchas cosas...

¿Cuántas veces confundimos el trabajar con el "llenarnos de cosas"? y terminamos como Marta, afanados y dedicándonos mas a la tarea que al mismo Dios, turbados, alterados, juzgando a aquellos que hacen menos que nosotros, pero ¿es realmente así?
Las abejas trabajan, ellas no miran a nadie, solo recolectan, no juzgan ni compiten por ver quien lleva más o menos polen. Y luego vuelven a su fuente, su panal, a entregar su trabajo y conectarse con la reina, y continúan trabajando.
Volver a la fuente, a Dios, conectarse sólo con el Creador es el secreto para mantener el equilibrio perfecto sin que sea afanado ni turbado, sentarse a los pies de Jesús y recibir de sus regalos es lo mejor que nos puede pasar.
Ni marta ni el joven rico que no quiso soltar sus pertenencias para seguir a Jesús.
Seamos abejas dispuestas a trabajar para el Padre volviendo siempre a la fuente, zumbando para Dios y agradándole solo a Él.- 
Dios te bendiga!

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